Tu decisión afecta a la decisión de tu mascota

Según la teoría del aprendizaje, una conducta reforzada positivamente, tiende a repetirse, y una conducta no reforzada, tiende a extinguirse.

Sin embargo, no necesitas “castigar” a tu mascota, para que un determinado comportamiento deje de compensarle, sólo necesitas “ignorar y prevenir” ese comportamiento, y “enseñar” a tu mascota un comportamiento alternativo, un nuevo comportamiento, que sencillamente premiaremos, para que tu mascota en adelante, “elija” siempre repetirlo.



Decisiones y consecuencias ante un comportamiento no adecuado

Vamos a verlo con un ejemplo práctico: mi perro tira mucho de la correa durante los paseos.

  • Decides no hacer nada:
  • Si dejas que tire, le estas permitiendo llegar a su objetivo, aproximarse o alejarse. Si lo consigue (refuerzo positivo) tu mascota decidirá comportarse de esa forma ya que le funciona y aumentará su frecuencia.

    La consecuencia será que tendrás una mascota a la que no puedes controlar, haciendo lo que quiere y de la forma que quiere. Una mascota mal educada, que no respeta las reglas de convivencia, marginada y de la que no podrás disfrutar en determinados ambientes y circunstancias. Y aquí ninguno se beneficia.

    Una mascota no educada no es feliz porque le privamos de nuestra compañía y no se siente parte de su familia, cosa que no entiende y le provocará un estrés agudo. Si esa situación continúa y nuestro amigo no se puede adaptar, ya que fisiológicamente necesita de nuestra compañía, nuestras caricias y atención, le impulsará a comportarse de una forma no adecuada, para sencillamente expresar que esa situación no le agrada.

  • Decides castigar esa conducta:
  • Si te paras, no permites que alcance su objetivo (castigo negativo) y en consecuencia disminuirá la frecuencia, pero no le estás mostrando la forma de conseguirlo y tu amigo se frustrará.

    Si además, para evitar esa conducta, decides dar tirones secos, y además poner un collar de púas, infringiéndole dolor en el cuello (castigo positivo), porque es lo que te han recomendado, y no te funcionaba el que antes tenía, disminuirá la frecuencia, pero lo único que consigues es que evite esa situación desde el miedo.

    Pero tampoco le estás mostrando la forma de conseguirlo, por lo que cuando tu amigo esté muy motivado, le impulsará a tirar de la correa sin importarle el dolor que le estás provocando y la pregunta que puedes hacerte sería: ¿hasta qué nivel estoy dispuesto a llegar para conseguir que no tire?

    Tu mascota aprenderá a evitar ese dolor (refuerzo negativo) pero no aprenderá a no tirar de la correa. Aquí a veces ganas tú y siempre pierde tu amigo, obligándole desde el miedo a comportarse de una forma, sin tener en cuenta sus emociones ni las motivaciones que lo impulsan.

    y tu mascota se volverá insegura y con miedo, realizando asociaciones, por condicionamiento clásico, desde este estado emocional, percibiendo como peligroso algo que suceda en ese momento, por ejemplo: la aparición de un niño, una persona, un perro, un sonido o incluso que establezca una relación de miedo y desconfianza hacia ti, y no asociando ese castigo a la acción de tirar, porque estará más pendiente de cómo puede evitar ese dolor que de aprender a no tirar, que es lo que tú pretendes enseñarle.

  • Decides enseñarle una conducta alternativa a ese comportamiento y asociarla con algo positivo:
  • Si cuando simplemente te paras, no le dejas alcanzar su objetivo (castigo negativo) tu amigo seguramente se volverá y te mirará para averiguar qué es lo que ocurre. Si en ese momento, cuando no hay tensión en la correa, premias ese comportamiento (refuerzo positivo) dejando simplemente que se acerque o con comida, aumentará la frecuencia porque el dejar de tirar le ha funcionado.

    Tu mascota aprenderá, que si tira de la correa, no consigue nada, pero que si no tira, consigue lo que quiere, dándole una alternativa de cómo comportarse para conseguirlo.

    Tu mascota aprenderá a comportarse de la forma que tú elijas para conseguir lo que quiere, tu mascota será muy feliz, educada y segura, no tendrá ninguna motivación que le impulse a reaccionar de forma inadecuada. Y aquí ganáis los dos.

Tu bienestar y el de tu mascota

¿Te gustaría disfrutar, de todos aquellos momentos que compartes con tu mascota, sin tener que estar constantemente, corrigiendo su conducta, ante determinados estímulos y situaciones?

Si tu mascota no tiene las necesidades básicas cubiertas, no podemos exigirle un buen comportamiento, ¿te gustaría conocer cuáles son sus necesidades tanto físicas como psicológicas?

Para que tu mascota tenga una buena calidad de vida, es decir, bienestar, se deberían cumplir estos cinco puntos:

  1. Ausencia de hambre y sed.
  2. Entorno adecuado.
  3. Ausencia de lesión o enfermedad.
  4. Expresión del comportamiento normal de la mascota.
  5. Ausencia de dolor, miedo y estrés.

Ahora ya sabes que juntos podemos mejorar el bienestar de tu mascota, y ahora ya sabes y crees además, que juntos podemos cambiar la forma en que interactúas con ella, … y es el momento de que te hagas esta reflexión: ¿Qué compromiso tienes tú para con el bienestar de tu mascota?

Ahora depende de ti, el dejar que te acompañe a evaluar la calidad de vida de tu mascota, su bienestar, para identificar aspectos que podrían ser mejorados y trabajar conjuntamente para encontrar la forma de hacerlo.


Problemas de conducta

Los problemas de conducta, pueden llevar a un nivel de estrés, en el entorno doméstico, tan importante, como que se convierte en una de las principales causas de abandono y eutanasia de animales de compañía, suponiendo por tanto, un problema de bienestar animal y humano.





¿Quieres mejorar vuestra calidad de vida optando por una relación basada en la confianza, el respeto y el entendimiento?.

Ahora no importa lo que hayas hecho o dejado de hacer, sino lo que elijas hacer de hoy en adelante, y más importante aún, del cómo lo vamos hacer, sabiendo que tu implicación y colaboración son imprescindibles.


Educa y respeta


Porque saber sabes, que en verdad deseas ayudar a tu mascota, ayudarle a “decidir” a comportarse, de la forma en que tú elijas, dándole la información suficiente, para que sus expectativas ante esa misma situación, sean de salir beneficiada y no perjudicada.



Pues ayúdale a percibir dicha situación como algo agradable y no desagradable, desterrando mitos y falsas creencias que lo único que hacen es entorpecer vuestra relación, opta por una relación basada en el amor, la confianza y el respeto. Mascotas felices, familias felices y bienestar para todos.

Porque ahora sabes que te puedo mostrar el camino de la solución. Pero recuerda, sólo sintiéndote parte del problema, serás parte de la solución.


Te invito a contactar conmigo

Porque ahora ya sabes que os puedo ayudar, ¡tanto a ti y como a tú mascota!

Ahora depende de ti, darme la oportunidad de escuchar lo que necesitas o quieres, para mejorar tu relación con tu mascota ...

… y porque tal vez ahora estás valorando que es el momento de hacer esa llamada, yo, tu Etóloga Veterinaria, Tere Armario, sencillamente te estoy esperando.


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